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(continúa...) Una tarde de octubre, Fetuccini llegó a la casa con su amiga Gloria y los dos se fueron a la piscina del jardín a conversar un rato. Aprovechando el sol y que sus papás no estaban en casa decidieron tomarse unas chelas y prenderse un huiro. El duendecito los observaba desde lejos, veía como los dos empezaban a reirse y a hablar cosas sin sentido. Al cabo de un rato, sintieron hambre y decidieron pedir por delivery, a la tienda de la esquina, panetón y chocolate, mientras que, desde la laptop escuchaban villancicos. Sintieron el espiritu navideño y empezaron a cantar. De pronto, tras escuchar un ruido proveniente desde unas hojas, voltearon y vieron al duendecito detrás, observándolos. Los chicos, lejos de asustarse, lo llamaron para que se acerque porque pensaban que era navidad y que los villancicos habían atraído al duendecito.Ahora los tres empezaron a cantar y a fumar. Fetuccini y Gloria le preguntaron si conocía a papa Noel, el duendecito le dijo que si, entonces ellos aprovecharon el momento y les pidieron que les trajeran regalos a cada uno de ellos. De pronto viene la hermana menor de los Ricototta, Susy, de pasear con el perro y éste, emocionado, se acerco para saludarlos. Fetuccini no se percato del perro, pero el duende sí, y se asustó porque en el medio de su alucinación se imagino a una criatura peluda que babeaba y que aparentemente quería atacarlo. (continúa...)